La falta de cuidado al manejar tus claves puede traer más problemas de los que creés. Sobre todo si usás las mismas claves para sitios diferentes. Recordá que las cuentas de correo y tus billeteras digitales tienen mayores riesgos que otros servicios, por el tipo de información que manejan.
Es vital que tengas contraseñas fuertes para tus servicios. Lo recomendable es que cuenten con estas características:
No incluir información personal como números de teléfono o documento, fechas de nacimiento o nombres
No incluir secuencias como “asdasd” o “Corrientes123”
Evitar palabras que puedan aparecer en diccionarios
Usar símbolos, mayúsculas, minúsculas y números. Ejemplo: @SieAN*01d
Por otro lado, es importante que no tengas tus contraseñas visibles ni accesibles a terceros (por ejemplo en un sticker en tu escritorio o anotada en tu agenda). Si sueles olvidar tus claves o no querés aprendertelas todas, recomendamos usar algún gestor de contraseñas como Lastpass o Keepass.
También es fundamental que habilites el segundo factor de autenticación, tanto para tu correo como para tu cuenta de Ripio. De esta forma, aunque tengan tu clave, no podrán entrar a tu billetera.
Por último, recordá siempre cerrar sesión cuando no estés usando tus cuentas. Si dejás tu sesión abierta en una computadora compartida, le estás dando acceso a tus fondos a cualquiera que venga después.
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